Mis claves sobre el documental "The social dilemma"

 Mis claves sobre el documental "The social dilemma"

Con una producción de Netflix, con formato de documental con espacios de actuación, se nos presenta una propuesta reflexiva sobre lo que las redes sociales están produciendo en nuestra sociedad. Con entrevistas de antiguos presidentes, vicepresidentes, ingenieros y profesionales de origen interno de las grandes corporaciones tecnológicas (“Big Tech”) se nos presenta el lado oscuro, adictivo, invasivo, manipulador de las redes sociales e Internet como la base sustantiva del “Capitalismo de Vigilancia” en la que nos han “metido”. 


Traducido al español como “El dilema de las redes sociales”, minimiza, lo sustantivo, sería mejor dejarlo como “el dilema social”, porque precisamente, el documental sienta sus bases en la paradoja de que lo que debe ser “social” se convirtió en un momento y una instancia claramente “antisocial”. Falsas vidas “perfectas”, amigos que ni se conocen, opiniones que generalmente dañan y afectan, niños y adolescentes ensimismados, adheridos a una pantalla que los atrofia y les distorsiona la realidad, sobre los demás y sobre sí mismos, no tiene nada de social y mucho de antisocial.

Siguiendo el análisis que vengo realizando del tema, partiendo en 2018, con toda la trama económico-política de Cambridge Analítica, presento a su consideración algunas claves que encuentro valiosas plantear para que, como invita el mismo documental, sea un tema que podamos discutir con nuestras familias, compañeros de trabajo, alumnos y amigos en general. Seamos parte de la concienciación del tema, que, sin lugar a dudas, a unos más que otros, nos afecta.

  • Es más que publicidad, es más que negocios, pero también son tales. No me cabe duda que la publicidad es un recurso importante en la realización de las Empresas y las “Big Tech” (Google, Apple y Facebook) realizan sus negocios, y no se debería criticar el esfuerzo que realizan, la generación de empleo y hasta los aportes públicos que pudieran generarse en las mismas plataformas que disponen. Pero no se trata de publicidad en términos tradicionales, básicamente por: tener concentrada una masa de gente, multicultural, multiétnica y universal jamás antes vista. Casi 3 mil millones de usuarios concentrados tan accesibles para ellos a la distancia de un “click”. Adicionalmente, su condición les permite emitir mensajes masivos, claro u opacos, basados en sus gustos, preferencias, deseos, sueños, anhelos que ni el usuario mismo tiene conscientes. El sueño de la propaganda subliminal, que intentaba penetrar la inconciencia del usuario, ya no se ocupa, porque hay formas nuevas de conocer al usuario más que el usuario mismo.
  •  Cada movimiento, cada clic, movimiento de mouse, cada “like” representa oro para las grandes corporaciones y un paso más de adicción para el usuario que le será devuelto con más adicción (dopamina). Es la razón para llamarle a los datos el “nuevo oro” de la época, tanto es así que en el top de las empresas multimillonarias del planeta están precisamente Google, Facebook, Amazon, y Apple. Estas basan, su estructura de beneficios (“revenue”) en los datos. Datos que se les entregan gratis, a manos llenas, porque la gran mayoría de usuarios no evitan enviar cada movimiento de su vida, desde que despiertan hasta que se acuestan, a todas las plataformas de Internet. En un “viaje adictivo” en círculo vicioso, sube la foto o el video, esperan inyecciones de dopamina (“Likes”), que similares a los conejillos de indias o los perros de Plavov, suena la campanilla y comienzas a salivar, para estar más tiempo adheridos a la pantalla y el ciclo sigue, sin fin.
  • Las redes sociales están diseñadas para crear adicción que genera ansiedad y depresión, para mantenernos atados a la pantalla. Son muchas las historias de graves consecuencias para muchas personas, desoladas por la forma tan terrible que son tratadas en las redes sociales, ciberbulling, sexting, grooming son solo ejemplos de lo que las plataformas permiten ocasionar. Si bien no es directamente responsabilidad que un acosador utilice la plataforma para sus acciones, la dependencia que generan las redes sociales, impiden a muchísimas personas desprenderse de su acceso. Padecen de FOMO (“Fear of missing out”).
  • Mientras estén ligadas a su multimillonario negocio, no hay incentivo para que lo cambien, aunque nosotros queramos. Facebook reportó ganancias en 2019 por encima de los 70 mil millones de dólares, Google por 129 mil millones de dólares, Apple por los 130 mil millones de dólares. Estos a su vez venden datos a otras cientos de empresas del mundo y dan acceso a sus plataformas para que otros a su vez reciban datos (Candy Crush,  FaceUp, etc) con ganancias multimillonarias. No hay incentivo para que estas empresas cedan, disminuyan o revisen autocríticamente el comportamiento de sus algoritmos de Inteligencia Artificial, programado por un puñado de ingenieros y científicos de datos que administran la conciencia, el corazón, la inteligencia y el alma de 3 mil millones de usuarios, ignorantes de lo que significan sus datos. Se ha hecho un “pacto con el mismo lucifer”, que no debe siquiera insistir en que visiten su antro, sino que voluntariamente, como corderitos, dejamos la lana y queremos hacerlo cada vez más. La única forma y solución inmediata es la exigencia de Regulación fuerte y clara. Nuestros datos tienen un valor no solo económico (capitalismo de vigilancia) sino que representan nuestra intimidad, nuestro sentido más alto de individuos y por ello se debe exigir normativa de cumplimiento legal y ético de su manejo. En las regulaciones internas de cada país se presenta muy fuerte la regulación que se le exige a los operadores de telecomunicaciones por el manejo de los datos de los clientes, pero es escasa o inexistente la regulación a estas plataformas de redes sociales. Eso debe terminar y regularse adecuadamente.
  • Manipulación basada en sesgos cognitivos, en Fake news, para dividir, para polarizar, discriminar y poner en riesgo las democracias de cualquier país del mundo. Con el evento de Cambridge Analítica quedó más que demostrado el poder de manipulación al que se puede llegar con las redes sociales. No solo se trata de que te conozcan por todos los datos que regalamos en las diversas plataformas; no solo se trata de que quieran “venderme” cosas inútiles que no necesitamos, sino que tienen la capacidad de alterar la conducta, de cambiar hacia dónde ir, basados en las debilidades que he demostrado a través de mi comportamiento en las redes. No son pocos los eventos de manipulación, basados en noticias falsas (“fake news”), teorías de conspiración sobre la tierra plana, lavados cerebrales por redes 5G, la falsedad de la pandemia o los nanobots en las vacunas contra el Covid o el “PizzaGate”, o todo lo relacionado con QAnon, que han generado quema de torres, destrucción de edificios, ataques armados contra grupos. Eso nos coloca en un mundo distópico en el que la división, la separación, intolerancia y el irrespeto sería fácil de crear, por medio de estas plataformas tecnológicas. El peligro a las democracias existe y se ha demostrado en elecciones de países supuestamente democráticos de occidente, en donde se micro segmentan grupos por sus conductas y comportamientos psicológicos demostrados en las de redes para explotar sus vulnerabilidades y hacerlos orientar sus decisiones de voto hacia un lado u otro. 
 
 Podríamos no estar de acuerdo en visiones del mundo tan perturbadoras como las de los entrevistados en el documental, especialmente porque son del “riñón” de las mismas Empresas que ahora juzgan tan duramente, pero creo que precisamente por conocer tan bien su corazón es que presentan datos creíbles que merecen de nuestra atención. Podríamos discriminar algunas afirmaciones, que son productos de ciertas aversiones que abiertamente manifiestan, pero sí debemos reconocerlo como un nuevo llamado de atención, que no solo por este documental, sino por cientos de libros muy serios, documentales de grandes cadenas serias televisivas y por expertos, para que nos sentemos a reflexionar sobre nuestra forma de actuar y vivir en este mundo virtual.

Espero que tengamos algo que decir.

Comentarios